DANZAS FOLCLÓRICAS DE MÉXICO

MÉXICO, 1976
SEP
PRIMERA Y ÚNICA EDICIÓN.
375 PÁGINAS

ZACARÍAS SEGURA SALINAS
(REALIZADOR)
LUIS SOTO GRANADOS
(DIBUJOS A COLORES)
CRISTOBAL RIVERA VILLANUEVA (COPIAS MUSICALES)
MIGUEL AMBRIZ GALLARDO, RAÚL MEJÍA SÁNCHEZ, Y ANTONIO OZIEL HERNÁNDEZ GÓMEZ
(DIBUJOS COREOGRÁFICOS)
HILDA RODRÍGUEZ PEÑA
(DATOS SOBRE SIGNOS COREOGRÁFICOS)

CONTENIDO
Introducción/ Método de escrituración de pasos/ Guía de notación coreográfica/ Danzas: Huahuas/ Viejitos/ Ofrenda/ Sonajeros/ Paxtles/ Arqueros/ Ojo de Agua/ Pascolas/ Venado/ Neia/ Tarahumara/ Pardos/ Matlachines/ Caballitos/ Varitas/ Parachicos/ Urraca/ Pluma/ Mecos// Matlachines de Hidalgo/ Arcos/ Paxochitine/ Moros/ Xochipitzahua/ Toreadores/ Manueles/ Chinelos/ Matlachines de Aguascalientes/ Quetzales/ Acatlaxquis/ Negritos/ Tecuanis.

Comentario

Un libro visionario que no tuvo el impacto que se merecía. Zacarías Segura y sus colaboradores realizan un trabajo genial para unir en un solo lenguaje la danza y la música. Crean un método de notación para la danza folclórica que tiene muchas cosas para reflexionar. Lo más relevante quizá es el enorme trabajo que significó hacer la coreografía escrita de muchas danzas de México.

Este libro lo deseaba desde mis épocas de estudiante de danza. Lo conocí cuando la maestra de notación nos lo presentó y trabajamos un tiempo con él. Mucho tiempo después cuando la maestra se jubiló la visité en su casa para pedirle que me vendiera el libro, no quiso, lo atesoraba con mucho celo, sólo me lo facilitó para sacarle copias. Para mí fue un éxito obtener esas copias.

Años después una "amiga" me pidió mis copias para sacar un juego para ella. Ya nunca me regresó nada, supuestamente que extravió las copias. Lo consideré perdido para siempre, porque la maestra de notación ya había fallecido.

Fue en el año del 2013 cuando un alumno (de la licenciatura en danza folclórica donde laboro) llega y me dice: "Mire profe, aquí en este libro hay cosas muy parecidas a las que usted nos enseña". Era el libro de Zacarías Segura. "Véndemelo" -le dije- "Cuánto me da", "Cuanto quieres", "Déjeme ver, luego le digo". Días después me pidió a cambio unos botines de danza, se los compré inmediatamente. Hubiera yo pagado lo que me pidiera. Este libro es otra joya para mí.